
Pero, como dijo Ovaldo Bayer, la historia no se puede tapar, y van apareciendo los testigos que cuentan como fueron las negociaciones para que Ernestina tuviera acceso a dos hijos que si bien están anotados legalmente como adoptados, parece que provienen de los centros clandestinos de detención de la época de la dictadura.
Una historia similar ocurrió cuando Scilingo habló de los vuelos del muerte con Horacio Verbitsky y desnudó la verdad de cómo se arrojaba gente viva al mar y al río de la plata.
Paradójicamente, el diario de mayor manipulación de información y manejo de opinión pública podría quedar en manos de dos hijos de montoneros. O no, según esta otra nota. Lo que se avecina no será fácil cuando se produzca el cambio generacional. Lo aseguro.

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